2 agosto

Los primeros rayos de sol

Nos preparamos para la misa de diez con un desayuno a base de chocolate con churros que, como buen españolito, nos prepara nuestro “chef” el P. Justo.
 
La ceremonia de hoy nos depara una sorpresa, al igual que todo lo que estamos viviendo nos sorprende, se casa una pareja de cultura  “Inga”. Los Ingas son un pueblo autóctono que permanece en el tiempo con toda su cultura. No hemos perdido detalle de la ceremonia que ha celebrado el P. Emili y concelebrado el P. Justo y el P. Ángel, en la que una de las lecturas se ha hecho en la lengua inga. 
  




El grupo musical ha sido extraordinario con los instrumentos propios de su cultura y la gran voz de nuestro amigo Germán que no para de sorprendernos. Él es quien conoce a cada uno de nuestros niños apadrinados en el Putumayo y la situación de cada uno de ellos.
 
 

Las maravillosas personas que nos rodean nos cuidan continuamente, terminada la misa, un grupo de señoras del pueblo nos esperan con una elegante mesa puesta y una suculenta comida que nos cuesta trabajo terminar y en la que no falta el plato más peculiar, “el cui”.
 
 

Salimos de paseo por el “Valle de Sibundoy” en el que se encuentra Santiago y nos acompaña el P. Justo. Hacemos una visita al pueblo más importante del valle que también se llama Sibundoy, viendo algunas iglesias emblemáticas, una dedicada al “Cristo de Monserrate”  y otra a la “Virgen de las Lajas”. Monserrate y Las Lajas son dos lugares de peregrinación muy importantes en Colombia. Visitamos también alguna tienda de artesanía que nos enamora y por último degustamos un dulce garrapiñado y unos ricos helados de auténticas frutas propias del valle. 
                                             
 
 
Durante este paseo hemos podido ver los primeros verdaderos “rayos de sol” desde nuestra llegada, hace ya una semana y nos han producido una gran alegría y una nueva y más hermosa vista del valle.
 

  
La tarde termina ayudando al P. Justo a fabricar formas para consagrar de manera totalmente  artesanal, seguido de una cena un poco informal y preparando el trabajo de una nueva semana que deseamos sea tan intensa e interesante como la anterior.


Desde el Putumayo, nuestros mejores deseos para todas aquellas personas que nos siguen y un saludo muy cordial.
Valentina Mejías Reigada

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