“El Carrizal”
Este año hemos
visitado la vereda “El Carrizal”. Llegar hacia allí ha sido divertido, pues
subimos con un chico que iba en bicicleta, por lo que la cargamos en la
camioneta.
Al llegar a la
escuela nos presentamos i conocimos a los niños i a algunos de sus papás. Una
vez terminadas las presentaciones, hicimos un conjunto de dinámicas i bailes
populares catalanes (el ball de la Margarideta, el xu-xu-a, el bugui bugui…) i
contamos un cuento (el molinillo de sal). Los niños lo pasaron muy bien y
disfrutaron mucho.
El número de niños
con que nos encontramos debía rondar la quinzena, los cuales nos obsequiaron
con alguna canción típica del país. Cuando ya llevábamos un rato de juego, nos
propusieron ir a jugar a baloncesto. El partido fue muy divertido pero la pista
estaba mojada y resbalaba cómo si fuera de hielo, por lo que tuvimos que
vigilar de no hacernos daño.
Después del partido
estuvimos charlando con los papás hasta la hora del almuerzo y entramos todos
juntos al comedor. El almuerzo consistía en un plato de sopa y una trucha de
río acompañada de una patata y un poco de ensalada.
El regreso a Santiago fue un poco accidentado, ya que se averió el coche, pero aún así pudimos llegar a casa. Por la tarde montamos un pequeño campeonato de “ping pong” y una vez terminada la misa nos fuimos a cenar al pueblo vecino para celebrar el aniversario de un amigo del P. Justo. La comida estaba muy sabrosa.
De aquella cena, lo
que más me llamó la atención fue que el dueño del restaurante pidió
fotografiar-se con el P. Justo para poder colgar la imagen en el local.
Una vez más pudimos
comprobar que el trabajo hecho por el P. Justo en la parroquia de Santiago del
Putumayo durante los últimos 30 años ha propiciado que la gente de toda la zona
lo aprecie, lo respete e incluso lo vean cómo un referente en el “Valle de
Sibundoy”
Cooperante
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